? Punto de partida: Esquina Av. Boedo y San Ignacio, en el Notable Café Margot, barrio de Boedo.
? Punto de llegada: Guardia Vieja y Billinghurst, en El Banderín, barrio de Almagro.
? Lo que pueden esperar: Se trata de un paisaje porteño bien auténtico, no muy tocado por el turismo; donde se concentran muchísimos centros culturales, milongas, teatros under y cafés históricos. Boedo y Almagro son guardianes del espíritu de la bohemia tanguera en la ciudad. Su relación con el tango es tan fuerte que ambos poseen canciones en su honor (Boedo – Almagro). Las calles del circuito conservan gran cantidad de casas y edificios del siglo XIX y XX. Es fácil, con un poco de imaginación, proyectarnos a otra época.
? A tener en cuenta
- Es un circuito extenso y zigzagueante. Llevar calzado cómodo.
- Recomendamos empezar temprano. Mejor andar de día y con discreción.
- El circuito no está pensado en términos de tiempo, pueden dividirlo en varios paseos o saltarse las paradas que no les llaman la atención. ¡Algunos se las ingeniarán para hacerlo en un día!
- Si no quieren caminar, pueden tomar colectivos para llegar de un punto a otro. La app o web de Cómo llego les ayudará en ese aspecto.
Subtes del recorrido: Líneas B y E
Colectivos del recorrido: 160,127, 128,180
ITINERARIO
Acá tienen un mapa del circuito ➡ Mapa interactivo del circuito Almagro-Boedo
1. Café Notable Margot. Pueden empezar desayunando en este lugar, que funciona en un edificio clásico del siglo XX, es toda una institución en el barrio de Boedo. Su calidez de bodegón genera un ambiente muy atractivo y alegre, siendo uno de los preferidos de los turistas. Fue declarado por el Museo de la Ciudad como “Testimonio vivo de la memoria ciudadana”.
2. Plaza Mariano Boedo. Un dato de color: Boedo y Almagro son los barrios con menos espacios verdes de toda la ciudad. Esta plaza es la primera de Boedo, se inauguró en 2011, luego de una lucha vecinal de 50 años de reclamos. En ese terreno funcionaba una vieja estación de tranvías.
3. Mercado San Juan. Este viejo mercado apenas conserva algunos puestos, pero es una muestra viviente de un tipo de comercio que fue furor en el barrio, desde el año 1895 cuando abrió sus puertas.
4. Esquina Homero Manzi. San Juan y Boedo es un clásico, una esquina tradicional testigo de muchas historias que marcaron al barrio. Allí funciona este gran restaurante, llamado así en honor al hombre que le compuso los mejores versos al barrio. Cuenta con un gran escenario donde realizan shows de tango, además. Si es domingo además pueden comer uno de los almuerzos tangueros (consultar).
5. Callecitas y pasajes de Boedo. Recomendamos pasear por las calles Angaco, Bidegain, Totoral y Yapeyú porque representan bien al barrio. Por un lado son irregulares, angostas, diferentes a la mayoría de las cuadras de la ciudad. Por otro lado, conservan ese espíritu bohemio con sus calles empedradas y casas bajas antiguas, que nos hacen sentir que viajamos al pasado.
6. Basílica María Auxiliadora y San Carlos. Este imponente y colorido templo guarda dos grandes historias: allí cantó de niño Carlos Gardel y fue donde Carlos Bergoglio, actual papa Francisco, fue bautizado.
7. Pasaje San Carlos. Sobre la calle Quintino Bocayuva 141 se esconde este bellísimo pasaje que parece alguna ciudad europea. Sin duda un lugar para sacar las fotos más lindas del recorrido: una composición perfecta entre el color y el estilo de sus casas con la hermosa Basílica de fondo. Para ingresar tendrán que atravesar una reja, ya que es un lugar exclusivo de viviendas.
8. Confitería Las Violetas. Este clásico del barrio (y de la ciudad) funciona desde el año 1889 y se caracteriza por la elegancia de su edificio adornado con vitraux, mármoles italianos y muebles parisinos. Fue nombrado como el mejor café notable porteño. Su carta es amplia, con abundantes platos locales y muchas opciones para acompañar a la hora del té.
9. Triángulo Lezica-Carlos Gianantonio. Sugerimos hacer este pequeño desvío y caminar por estas dos calles diagonales que terminan en Avenida Medrano. La característica de estas calles es que conservan la mayoría sus casas del siglo XIX y XX en excelente estado.
10. Umbral espacio de arte. Este espacio cultural funciona en una antigua casona conservada con todos sus detalles ornamentales. Umbral ofrece charlas, seminarios, talleres, muestras y laboratorios de experimentación orientadas a artistas, estudiantes y curiosos.
11. Pasaje Inca. Doblamos por esta pintoresca calle empedrada que que choca con la Avenida Medrano. Un buen lugar para hacer lindas postales, por sus coloridas casas de diferentes épocas y estilos.
12. El Boliche de Roberto. Una parada de vermut y tango para los que quieren vivenciar algo único y auténtico del barrio de Almagro. Este bar notable fundado en 1893 conserva en sus paredes la historia viva del tango. Era el lugar habitual de Osvaldo Pugliese y hoy sigue recibiendo personas de todas las edades que se reúnen a escuchar música en vivo.
13. Plaza Almagro. De paso hacia la próxima parada, pasamos por esta plaza, que es la única de todo Almagro. Fue restaurada recientemente pero conserva su calesita de los años 60.
14. ¡Una milonga! Sería una picardía perderse de asistir a una milonga en el circuito más tanguero. Pueden tomar clases, bailar o solo disfrutar de las orquestas. Las más cercanas al recorrido son Sanata Crespi y La Catedral (más popular entre turistas…) y si les interesa el tema, acá van a encontrar más variedad… ¡Se van a divertir!
15. El Banderín. Para finalizar el recorrido, en este histórico café inaugurado en 1923, encontrarán varios platos típicos de bodegón. Es un clásico del barrio, famoso por su interior decorado con camisetas y banderines de fútbol, que le otorgan un aire cálido y original.
Extras y curiosidades
- El «Abasto» es una zona perteneciente al barrio de Balvanera, aunque en el inconsciente colectivo se asocia con Almagro (a veces pareciera que es un barrio por sí mismo). A pocas cuadras del Abasto Shopping vivía Carlos Gardel, cuya casa puede visitarse, y se encuentra el Centro Cultural Konex, un ícono de la cultura de la ciudad.
- La confitería Las Violetas era frecuentada por la poetisa argentina Alfonsina Storni, quien era vecina del barrio de Almagro.
- “San Juan y Boedo antigua…” así empieza el famoso tango “Sur”. Se dice que en esta esquina Homero Manzi escribió varios de sus versos, y es en su honor que el bar allí ubicado lleva su nombre.
- Si prestan atención cuando caminen por el Pasaje Gianantonio, podrán ver en la pared una placa que indica que allí funcionó de 1857 a 1887 la Estación Almagro del Ferrocarril Oeste, el primer ferrocarril de la Argentina.
- Sobre el Pasaje Totoral, parte de este circuito verán el antiguo Mercado Proveedor de Almagro. Hoy lamentablemente se encuentra abandonado, pero fue un hito importante del barrio.
- Por la zona hay una amplia variedad de restaurantes peruanos, muchos de los más auténticos de la ciudad.
Opciones para merendar o desayunar: Confitería Las Violetas, Esquina Homero Manzi, Café Margot, El Banderín, Lo Simple Mercado Natural
Opciones para almorzar o cenar: Los Orientales, Los Trujillanitos, Nazca, Pizzería Mandiyu, Don Ignacio, Damblee
Opciones para tomar algo: Guarda la Vieja, Le Troquet de Henry
Centros Culturales y Teatros: Teatro Timbre 4, Centro Cultural La Fragua, Centro Cultural Macedonia, Umbral Espacio de Arte, La Minga Club Cultural, Páramo Cultural
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