Todo el mundo conoce al autor francés Antoine de Saint-Exupéry por su libro «El Principito». Traducido a 300 idiomas y con más de 200.000.000 de ejemplares vendidos, es el libro más leído en el mundo después de los libros religiosos.
Lo que quizás no saben es que:
- Fue el Jefe de Operaciones en Argentina de la Compañía General Aeropostal entre 1929 y 1931, con la misión de desarrollar las conexiones aéreas entre la capital y el resto del país. Un paso breve, pero esencial en su corta carrera: allí se enamoró de una mujer y de las tierras, y llegó a escribir una gran obra.
- El autor vivió en Microcentro, en el sexto piso de la Galería Güemes, en la calle Florida. En el departamento 605. El departamento está completamente vacío y La exposición no es abundante pero conserva documentos interesantes: fotos, cartas, testimonios, y fragmentos de escritos, relatos… Y hasta una maqueta del avión que pilotaba, el Laté 25. Podrán descubrir distintas facetas de este personaje.
- El baño del departamento es lo único que quedó tal cual era cuando vivía el escritor. Ese detalle tiene su importancia: en esa bañera habría conservado durante un tiempo una foca que pudo rescatar en uno de sus viajes.
- A Antoine de Saint-Exupéry no le gustaba Buenos Aires para nada. En una de las cartas escritas a su madre, decía: “Buenos Aires es una ciudad detestable, sin encanto, sin recursos, sin nada”.
- Sus viajes en avión por Argentina lo inspiraron para escribir su segunda obra “Vuelo Nocturno”, y dejarían su impronta para sus próximas creaciones. Conoció la Patagonia y sus paisajes tan grandiosos y a la vez tan hostiles para un piloto.
- En Argentina pasó uno de los momentos más fuertes y productivos de su vida. Cuando la Compañía Aeropostal quebró y volvió a Francia, escribió una carta a su colega Rufino Luro Cambaceres: “Verá usted, Luro, finalmente llegué a sentirme como en casa en su Argentina. Me sentía un poco su hermano y pensaba poder vivir mucho tiempo en medio de su juventud tan generosa”.
- En el café Los Dos Chinos en Recoleta (donde ahora se encuentra Voraz), según uno de los testimonios de la exposición, Antoine de Saint-Exupéry se conmovió hasta las lágrimas al escuchar a Carlos Gardel.
- Un rumor solamente: Se dice que la Isla de los Pájaros, en La Patagonia, pudo haber inspirado por su forma el dibujo de la boa que comió al elefante en su obra “El Principito”…
- En el antiguo departamento de Saint-Exupéry, funciona hoy un rooftop bar con una vista increíble: Florida 165.
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