La galería Güemes (conocida también como “pasaje Güemes” porque une las calles Florida y San Martín) está como escondida: antes del incendio que sufrió en 1971 solía tener un gran arco en la entrada pero ahora, entre el revuelo de la calle Florida pasa casi desapercibida guardando adentro una arquitectura exquisita y la posibilidad de conocer las cúpulas de la ciudad, en una vista de 360 grados.
Construida en hormigón, con revestimientos en mármol y esculturas en bronce, es un ejemplo de art nouveau tardío, con un estilo manierista, bizantino y con proporciones clásicas que el arquitecto italiano Francisco Gianotti (el mismo arquitecto de Confitería el Molino) se encargó de mezclar armoniosamente.
La construcción empezó en 1913, a cargo de dos propietarios del terreno, de origen salteño y del Banco Supervielle dueño del lote con cara a San Martín. El edificio-pasaje, costó 15 millones de pesos y sus propietarios quedaron en bancarrota por el costo de la obra que subió a 5 millones, empeorada por el hundimiento del barco (causado por un submarino alemán) que traía mármoles italianos para su fachada.
Pero, a pesar de los inconvenientes, se lució como el primer edificio rascacielos construido en Buenos Aires, con sus 14 pisos (13 en realidad, pero suprimido por cábala) 87 metros de altura y 116 metros largo. Su nombre rinde homenaje al héroe de la provincia de Salta.
En 2008 se restauraron murales, metales brillantes y se colocó un espejo que permite volver a ver el espacio original perdido antes del incendio que destruyó el frente y una tradicional tienda de camisas.
Ahora entre sus locales comerciales podemos encontrar una sucursal del banco Supervielle, una perfumería, librería, locales de zapatos y comprar regalos, chocolates además de tomar café y subir por una ceñida escalera caracol de hierro hacia el mirador que fue abierto al público en 2010 concediendo al observador una hermosa vista de la ciudad con sus antiguas cúpulas y los reflejos del Río de la Plata sobre los vidrios de los edificios más modernos. Además desde allí se pueden ver las costas de Quilmes y de Colonia, Uruguay.
La galería también fue musa de grandes escritores: Julio Cortázar se inspiró para escribir su cuento “El otro cielo” y Antoine de Saint-Exupéry quien vivió en el sexto piso del edificio, escribió allí “Vuelo nocturno” (se cuenta que en su departamento tenía de mascota un cachorro de foca que vivía en su bañera).
Entre otros de sus visitantes destacados se encuentra Carlos Gardel, quien cantó en 1917 en el teatro que funcionaba en el subsuelo, en la actualidad, el hermoso teatro Piazzolla, nos invita a disfrutar de un espectáculo de tango con cena en un ambiente suntuoso y con historia.
Florida 165 / San Martín 170 – Centro
Lunes a viernes de 8h a 20h.
Sábado de 9h a 15h.
Visitas guidas
Lunes a viernes de 9h20 a 12h y de 15h a 17h40
Los turnos se arman por grupo de 25 personas y la visita dura 20 minutos.