El barrio de Colegiales está creciendo con nuevas opciones gastronómicas y cada vez son más los chefs que se animan a abrir sus propios emprendimientos. Este es el caso de Ajo Negro, que sorprende con sus variedad de tapas gourmet de la mano de chefs jóvenes y con gran experiencia en el rubro.
Sobre la Avenida Córdoba casi en la esquina de Jorge Newbery, muy cerca del Mercado de Pulgas, se encuentra este pequeño restaurante con una imponente barra. Dato: si van en bicicleta tienen un cómodo lugar para dejarla estacionada en la entrada y mirarla de cerca. El salón se divide en tres: por un lado, una linda barra con banquetes altas, enfrente otra barra con asientos un poco más bajos y al fondo las clásicas mesas. Para vivir una verdadera experiencia de «tapeo» nuestra recomendación es que encaren directamente a la barra. Está hecha con caños y andamios que le dan una impronta bien trash y se divide en tres bloques. Además, las banquetas altas con respaldo son cómodas. Al estar la cocina abierta, un plus de esta ubicación es que tenés la oportunidad de ver cómo los chefs preparan a la vista del comensal cada uno de los platos.
Damián Gianmarino y Gaspar Natiello se conocieron en el restaurante de Mar del Plata Sarasanegro, famoso por sus increíbles pescados. Se hicieron amigos y en un viaje por Madrid, luego de ir de tapas, se entusiasmaron con abrir su propio restaurante. En Ajo Negro incorporaron tapas, pero todas con una vuelta de rosca y con toque argentino. Al plato tan característico de la cocina española lo preparan con productos frescos de estación y con propuestas de lo más innovadoras. Son más complejas y a la vez «modernas». El ajo, como bien lo indica el nombre del restaurante, es un producto transversal muy utilizado en su cocina.
En nuestra visita nos sentamos en la barra y disfrutamos cómo Damián preparaba cada uno de los pedidos a la vista del comensal. Para arrancar están las «tapitas» (si van en grupo de amigos lo ideal es pedirse todas y probar distintos sabores). Recomendamos las croquetas de akusay (repollo chino) vienen dos bien crocantes, acompañadas de una mayonesa de curry y también la «Chanchita de mar» preparada con un fiambre de cerdo casero con chicharrón de cornalitos y una tostadas bien finitas y crocantes de focaccia que hay que untarlas con un tomate y aceite de oliva (pa amb tomàquet como se dice en catalán). Dentro de las opciones de tapas la gran estrella de la casa son las papas rosti con chipirones bravos (no les tengan miedo porque no son picantes) y panceta crocante. El plato es muy sabroso y una reversión de las clásicas papas bravas españolas. Otro imperdible es la morcilla casera de Burgos (con arroz) con huevo frito, puré de batatas y mermelada de pimientos. Para beber vino por copa y cerveza Golden, IPA, Brown y Red. El pan como todos los productos es casero.
Todos los mediodías ofrecen menú del día con opciones de platos generosas y hecha con productos frescos. Los amantes de la fideuá (se elabora de forma parecida a la paella) todos los jueves encontraran versiones diferentes con pescado, pollo, cerdo y hasta carne. Por un rato se sentirán de tapas en el barrio Malasaña en Madrid. Seguramente se entusiasmen con lo salado, pero dejen un lugarcito para el postre. Vale la pena probar el llamado «La parte rica del flan» (en honor a la parte más crocante) que viene con una porción finita con dulce de leche. Otro clásico son los duraznos en sangría (es una de las frutas más utilizada en España) con yogurt de búfala y ralladura de limón.
Si van al mediodía pueden continuar el recorrido con una visita express por el Mercado de Pulgas. Por la noche, nada mejor que salir de copas por algún bar oculto de Buenos Aires. ¡Hay opciones para todos los gustos!
Ajo Negro
Av. Córdoba 6237– Colegiales
Tel: 4551-8263
Martes a Sábado de 12h a 16h y de 19h30 a 23h30
Precios: $ $