Por más que intercambiamos comunicación con ArtLab antes de ir al lugar, una vez ahí, la sensación de sorpresa es inmediata, sincera y profunda.
Tan buena me vino la sensación de asombro, después de una larga racha de sentir que todo es más o menos lo mismo, que casi no tenía ganas de escribir esta reseña y arruinarle la sorpresa a mis lectores. Pero ya fue, se vale compartir lo bueno, y esto está BUENO.
¿Qué es ArtLab?
ArtLab se autodefine como una plataforma artística. La palabra “plataforma” es abstracta a propósito: es un espacio, no exclusivamente físico, para que sucedan cosas. Y en ArtLab la idea es que pasen muchas cosas.
Lo que más define a ArtLab, en mi opinión, es la combinación de arte y tecnología para crear eventos que terminan siendo más bien viajes. Por suerte esta plataforma no es virtual ni está en el aire, sino que funciona en un recinto físico, enorme y bien montado, en el barrio de Chacarita.
¿Cómo es la experiencia en ArtLab?
El centro físico de Artlab es una especie de salón de eventos con varios ambientes y perfectamente equipado para acomodar eventos electrónicos y artísticos, grandes y creativos (es decir, que se valen de recursos inesperados).
Se realizan eventos privados (desde la batalla de RedBull hasta la presentación de un disco de Bándalos Chinos: ése tipo de eventos privados), eventos abiertos, eventos de moda, muestras de arte, performances, bandas en vivos, DJs, jams, experiencias audiovisuales, y seguramente más cosas de las que no estoy enterada todavía.
La idea es estar atentos a sus redes para ver qué hay en la programación porque me da la impresión de que en Artlab ningún día es igual al otro. Sin embargo, está bueno que tengan un ejemplo concreto para poder manijear un poquito, así que…
El ciclo “Dialog”
Visitamos ArtLab en la primera fecha del ciclo Dialog, que tiene lugar todos los miércoles a partir de junio 2022. Aunque ya entendíamos que íbamos a ser testigos de varias disciplinas artísticas y, con suerte a bailar un poquito, nada nos preparó para pasarla tan bien un miércoles de invierno y a volver a casa sin quejas.
Al entrar, nos recibió una performance diseñada por Melisa Zulberti, difícil de describir, pero muy cautivadora. Figuras plateadas se mueven entre el público acompañados por los sutiles y a la vez intensos sonidos del ambient, que conozco y disfruto. Toda la obra es increíble, pero ya dije demasiado.
Al terminar, el público es dirigido a la siguiente sala (de nuevo, ya estoy revelando demasiado), donde sigue un jam electrónico entre varios artistas. En este caso, los músicos (uno invitado que cambia cada semana, dos residentes) rompieron el escenario y la pista.
Esta experiencia (bailable, si es que hay que aclararlo) está acompañada de un juego de luces y visuales que suman muchísimo a la movida. La tercera parte de la noche está a cargo de un DJ, porque si van a cortar la semana, háganla bien. Pronto me encontré a mí misma bailando con un set hilado de forma prolija y una selección musical que, siendo muy honesta, estaba muy en la línea de mis gustos, así que capaz no estaría siendo tan objetiva si lo describo como excelente. Igualmente, nada de esto lo digo a la ligera: conozco la escena y puedo reconocer cuando está pasando algo lindo.
En conclusión…
Hay que ir. Especialmente si disfrutan las artes electrónicas… o las artes en general. Hay una barra con cositas para picar y opciones para tomar, así que lo recomendamos 100% como un plan diferente, entretenido, que genera temas de conversación. Por si, al igual que yo, estaban necesitando algo así.
ArtLab
Roseti 93 – Chacarita (Abrir en Google Maps)
E:mail: info@artlabpro.net