Ubicado entre San Telmo, Barracas, San Cristóbal, Monserrat y Parque Patricios, el barrio Constitución es una terminal donde confluyen trenes, subtes y culturas.
Siendo uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires, su historia está directamente ligada al intercambio comercial con la Zona sur de Buenos Aires, y eso lo convierte en un área muy interesante para observar la mixtura cultural y los extremos sociales.
Un recorrido visual por el barrio
Aventurarse a caminar por este barrio no es para cualquiera, y si lo quieren hacer, les recomiendo andar con mucho cuidado, siempre durante el día. Pero fuera de la inseguridad que lo caracteriza, Constitución es dueño de un pintoresco folklore: antiguos y bellos edificios en ruinas (donde antiguamente vivieron familias ricas) se mezclan al son de ritmos latinos y vendedores ambulantes. Pasajes empedrados, puestos callejeros y casas tomadas son testigos de los miles de transeúntes que van y vienen como hormigas en un barrio que nunca duerme. Es un lugar lleno de sorpresas inexplicables, resultado de una historia de crecimiento heterogéneo.
Un poco de historia
Constitución data de principios del siglo XIX, lo cual en nuestra joven ciudad se considera muy antiguo. En donde hoy está ubicada la Plaza Constitución, funcionaba en aquel entonces un mercado de frutos donde convergía el comercio con carretas que provenían de Zona Sur.
Su ubicación era estratégica por sus buenos accesos y porque ayudaba a descentralizar el comercio de la ciudad. A raíz del gran tráfico de carretas que cruzaban desde el Riachuelo, se decidió crear allí la cabecera del nuevo Ferrocarril del Sud (hoy Roca).
El ferrocarril con su imponente estación, trajo consigo una nueva configuración urbana. Pronto comenzó la mezcla que hasta hoy sigue caracterizando la estética de la zona: prostíbulos y conventillos pronto comenzaron a convivir con locales comerciales y casas aristocráticas. Si quieren conocer, les recomiendo la Avenida Caseros (desde la autopista hacia el lado de San Telmo), donde puede apreciarse una muestra viviente de las casonas de clase alta surgidas en aquella época, y es una zona más segura para caminar.
Estación Constitución
El mayor hito del barrio es sin duda su enorme estación (una de las más grandes del mundo), construida por una empresa británica en 1864. Cuenta con un gigantesco hall central para la recepción de pasajeros, diversos comercios de todo tipo, boleterías y conexión directa con el subte línea C; todo ello con un diseño arquitectónico asombroso. Desde sus 16 andenes parten diariamente trenes súper económicos hacia La Plata, Mar del Plata, Tandil y Bahía Blanca entre otros destinos.
Recientemente fue renovada y se recuperó parte de su material original. Hasta hace poco tiempo (¡ya volverán!) podían realizarse visitas guiadas para conocer las diferentes salas de la estación, por ejemplo, su lujoso salón comedor donde los viajantes de primera clase eran recibidos con banquetes y orquestas en vivo.
Al ritmo de la bachata: el barrio dominicano
En un barrio que se caracteriza por la mezcla de culturas latinas, hay que remarcar el gran aumento de nativos de República Dominicana que creció fuertemente en los últimos años. Actualmente son más de 5000 dominicanos los que habitan principalmente en la zona delimitada entre las calles Juan de Garay, Entre Ríos, Independencia y Lima. El barrio dominicano se caracteriza por la abundancia de peluquerías y bares con comidas tradicionales, en un ambiente alegre y ruidoso, colmado de ritmos latinos callejeros.
FICHA BAC
El barrio en 3 palabras: intimidante, transitado, multicultural
Lo destacado: La estación Constitución y la Avenida Caseros
Restaurantes preferidos: Les Anciens Combattants, La Casona de Guss
Bares y cafés preferidos: El Tacuarí Tango, Lobi
Nuestros flechazos: La diversidad cultural y el ambie