Rufino, experiencia de lujo bajo el suelo de Recoleta

Rufino es un restaurante en Recoleta que se especializa en cocina argentina con un toque de lujo y vanguardia.


 

No voy mucho a Recoleta. Está todo bien, ¿eh? No quiero ofender a nadie. Es un barrio arquitectónicamente hermoso, tranquilo si se quiere, sumamente parisino, bien ubicado. Es más algo mío, siento que me falta allí el toque trash y más vida-real que me ofrecen otros barrios.

Pero me pasa siempre que me llevo sorpresas en sus calles, sorpresas que me recuerdan que no debo subestimar su oferta. Sobre todo porque de vez en cuando cae muy bien tener una noche elegante, ponernos lindas, caminar en los alrededores del Cementerio como quien pasea por París, cenar en uno de esos lugares como Rufino y pensar: “está perfecto, me lo merezco”.

Qué tipo de lugar es Rufino

Rufino es, precisamente, LA experiencia Recoleta. Como se encuentra “escondido” en el subsuelo de un hotel-boutique; somos recibidos en el lobby con un saludo elegante y cortés, y se nos hace saber que debemos bajar las escaleras para acceder al restaurante. 

Bajando al restaurante, dos cosas marcan de entrada el tono de la noche. 

Por un lado, la decoración con luz tenue, mesas de madera maciza, sillas tapizadas con cuero y cubiertas con pieles, espejos dorados en las paredes y botellas de vino escondidas en la decoración de todos los rincones. 

Por otro lado, la bienvenida: el servicio es delicado y atento desde el primer momento, en que serán llevados a su mesa y se les ofrecerá tomar sus abrigos y bolsos al guardarropa para más comodidad.

Qué se come en Rufino

Rufino es un restaurante argentino. Pero no nos confundamos: no es un bodegón cualquiera o una parrilla de barrio. Los platos son clásicos nacionales con una elaboración muy cuidada, buena materia prima y un toque de vanguardia. 

Se destacan las carnes. En mi mesa se probó el bife de chorizo jugoso con manteca de hierbas y bañado en su propio jugo (se sirve el jugo en la mesa, delante tuyo, como para abrir el apetito). La carne estaba realmente muy rica. Si van a compartir se recomienda pedir el ojo de bife con manteca de chimi y ajo.

Pero ojo, los comensales vegetarianos también comen rico. Yo probé el coliflor asado con yogur, hierbas y alcaparras y me pareció riquísimo; aunque tuve un flechazo con las batatas crocantes en miel y verdeo, tan ricas y abundantes que van a ser picoteadas por vegetarianos y carnívoros por igual. Si van a pedir un plato para acompañar un principal, que sean las batatas!

Hubo una parte de la carta que no probamos por miedo a no dejar espacio para el postre, que son los platitos fríos y calientes como entradas. Pero me llamaban la atención los morrones asados y los hongos a la chapa con espinacas y almendras. 

De postre, sabíamos que la estrella era el panqueque con dulce de leche y salsa tofi (de nuevo, es lugar para probar clásicos argentinos) pero nos inclinamos la textura más ligera del cremoso de chocolate con crocante de almendras, que sale con puntitos de sal.

Carta de bebidas

Admito que estuvimos mal en no pedirnos un vino en Rufino. Sólo así se podía completar la experiencia “gaucha first class” que propone el restaurante. Además tienen una carta muy completa donde los vinos están organizados por intensidad. 

Pero bueno, tenía todavía encima algunas copas de la noche anterior y decidimos pedir uno de los tragos de la casa, el “rufina”, con ron, maracuyá, cítricos, frutos rojos y soda. Riquísimo y traído a la mesa por el mismo barman. También pedimos un clásico Aperol Spritz, igualmente rico. Se nos hizo saber que si queremos algún trago clásico que no esté en la carta, está la posibilidad de se escuchen nuestros deseos.

En conclusión

Éste es un restaurante fino, para relajarse y comer bien (sobre todo una buena carne), sentirse consentidos… o impresionar a alguien. Estarán rodeados de extranjeros que se hospedan en el hotel o un par de otras mesas que celebran ocasiones especiales.

El servicio es excelente, así como la ambientación, la música, los tiempos en que salen los platos. Es un restaurante donde yo celebraría un aniversario, donde llevaría a familiares que visitan la ciudad; es decir, esas noches donde nos conviene que todo funcione, que todo salga lindo y bien; mientras nos dedicamos nosotros a disfrutar el momento.

Rufino Argentino
Quintana 465, Hotel Mio Buenos Aires – Recoleta
Tel: 6432-4264
Domingos a jueves de 20h a 23h30, viernes y sábados hasta las 00h30
Precios: $ $ $

 

Eva Contreras
Eva Contrerashttps://linktr.ee/evaporada
Fotógrafa, poeta y DJ. Directora Editorial de Buenos Aires Connect. Estoy buscando algo.
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