¿Un plato gourmet en un envase de cartón, como si se tratara de un festival de música al aire libre? Sí, hablamos de eso pero también de mucho más.
Si queremos que la gastronomía evolucione en el mundo, y sobre todo en Latinoamérica, no alcanza con pensar sólo en concepto, producción y degustación; también debemos atender la distribución y los desechos.
Por ejemplo, Compostame ofrece envases de un sólo uso pero que se pueden compostar fácilmente (vuelven a la tierra sin contaminar). También, en la mayoría de los casos es suficiente con tener protocolos de limpieza adecuados y sostenidos para seguir usando vajilla común no descartable.
¿Qué puntos gastronómicos en Buenos Aires son punta de lanza de una nueva gastronomía sustentable con prácticas más ecológicas? Acá algunos que encontramos:
♻️ Catalino: uno de los precursores en pensar la trazabilidad de cada uno de sus platos de principio a fin (incluso antes de la pandemia). Hoy marchan cada una de sus creaciones singulares en cajitas de Compostame, que resisten hasta un locro bien patrio. De paso, recomendaron este emprendimiento de envases sustentables a otros referentes gastro de la ciudad. Y hay más: reducen sus residuos a la mínima expresión (y los separan, claro), trabajan fermentos, caldos y salsas para aprovechar al máximo cada ingrediente, tienen huerta propia y compostera.
♻️ Fauna Café y Flora: tal cual lo dice el nombre es la combinación de un jardín botánico con una cafetería íntima. El 80% del menú es vegano, pero además evitan el plástico, usan su propia vajilla y el agua se sirve en botellas de vidrio. Para redondear la propuesta se pueden comprar plantas (nativas) allí mismo, en un esfuerzo por seguir oxigenando nuestras casas.
♻️ Let It V: si lo pensamos, sustentabilidad y veganismo son cartas de una misma baraja. Si elegimos comer a base de plantas hace sentido que pensemos en reducir nuestros desechos y viceversa. Así lo entiende Let It V (con 3 sucursales) y una carta íntegramente pensada a partir de vegetales. La vajilla es de cerámica, la presentación de los platos es simple, no usan plástico y todo es reciclable. Reducir el impacto ambiental empieza por nuestras decisiones de consumo.
♻️ Koko Bao Bar: sumado a que incorporaron una sección exclusiva en su menú para comensales plant-based, la mayoría de sus envases son de @biopackaging. El aspecto es similar al del telgopor pero están hechos a partir de caña de azúcar, compostable y biodegradable.
♻️ Cero Market: en 2021 abrió sus puertas el primer mercado ‘zero waste’ de Argentina. Ya cuenta con 8 sucursales (en CABA y Zona Norte) y la propuesta es disruptiva: todos sus productos, además de ser saludables, se venden sin envase. Está en poder del consumidor elegir en qué recipiente los lleva a casa. Además, también están comprometidos a reducir su propio consumo de plástico en las compras a proveedores.
Por el momento la idea es práctica y ecológica, aunque sólo está al alcance de algunos bolsillos / geografías. Sin embargo, hace sentido incorporar este tipo de prácticas en la mayoría de las compras que nos lo permitan. (¿Te suena llevar tu propio tupper cuando vas a comprar helado?)
♻️ Amazonia Brasas: se define como un restaurante de cocina fusión latinoamericana, pero hay algo que los lleva más allá de lo lineal. Usan utensilios descartables y sustentables, y en paralelo presentan periódicamente el “Plato Raíz”, de los cuales destinan ganancias a una plantación junto a la organización Raíz Sana y Huella.
La gastronomía sustentable no es una moda importada o una tendencia chic. Es repensar nuestra forma de producir, servir y consumir alimentos para crear vínculos más saludables con el entorno que nos rodea, reducir nuestro impacto contaminante y abusivo con la naturaleza. Es prevenir la próxima pandemia antes de que llegue a nuestro plato.
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