La guía del barrio de Belgrano, la más plural y variada zona de Buenos Aires.
Belgrano desafía las expectativas. Mucho más que una zona residencial tranquila, el barrio tiene une historia, cultura, modernidad y movimiento. Desde sus calles arboladas y mansiones elegantes hasta la energía de la avenida Cabildo y el exotismo del Barrio Chino, cada rincón de Belgrano ofrece una experiencia única. ¿Querés descubrirlo? Te llevamos por un recorrido en cuatro etapas para conocer sus secretos y facetas.
¿Cómo es Belgrano?
Lejos de la típica imagen de barrio tradicional y apagado, Belgrano también sabe sorprender y mostrarse deslumbrante para sus visitantes. El barrio, que en sus orígenes fue un pueblo independiente, hoy condensa en sus cuadras una mezcla de historia, modernidad y un dinamismo que refleja la complejidad porteña.
Entre la cancha del River Plate, el Monumental, que ruge los días de partido, y el vibrante Barrio Chino, donde los aromas a comida callejera oriental envuelven las calles, Belgrano no deja de sorprender. La avenida Cabildo es un hervidero de gente y locales comerciales, en total oposición a la tranquilidad de los senderos que bordean el río. En el medio se encuentran las calles residenciales y sus casas imponentes, mezcladas con polos gastronómicos y restaurantes exquisitos.
Belgrano no es solo un barrio: es una experiencia en constante movimiento. Sin embargo, todavía tiene rincones que supieron mantenerse intactos a pesar de los años.
¿Qué hacer en Belgrano? Pequeña visita en cuatro etapas
- Entre Las Cañitas y Juramento está el Belgrano desconocido: el rostro más oculto pero también el más encantador, con sus hermosas y lujosas mansiones de estilos español, inglés, gótico, francés y art nouveau. En las calles 11 de Septiembre y 3 de Febrero, los jacarandás forman una colorida bóveda vegetal que refresca el verano. En la calle Sucre podés visitar el centro comercial La Casa del Ángel, con tiendas de ropa y de diseño. Si te gustan los recitales, podés chequear la programación del Auditorio Belgrano.
- Barrancas de Belgrano y más allá: en el parque de las Barrancas de Belgrano vas a encontrar un punto en común con las ciudades de Nueva York y París: la estatua de la Libertad. Por supuesto, es mucho más pequeña y está algo oxidada, pero su presencia sigue llamando la atención. Tres veces por semana se arma una milonga al aire libre en La Glorieta, a la cual pueden concurrir para bailar.Si volvés hasta Juramento y subís la barranca, llegas a la Plaza Belgrano. La iglesia de la Inmaculada Concepción, conocida como La Redonda, por su cúpula. Es uno de los íconos del lugar. Justo en frente, en una antigua estancia española restaurada, se encuentra el Museo de Arte Español Enrique Larreta que, con su precioso jardín andaluz, es una agradable escala para recuperar las energías. El Museo Histórico Sarmiento también está a pocas cuadras. Siguiendo por Juramento en la intersección con la avenida Cabildo, llegás al verdadero centro neurálgico del barrio, repleto de galerías comerciales de todo tipo.
- Detrás de la estación de tren “Belgrano C” está la entrada del Barrio Chino, en la esquina de Arribeños y Juramento. Al cruzar el gran pórtico, bienvenidos al imperio de los sushis, fideos chinos y arrolladitos “primavera”. Si te gusta cocinar en casa, los supermercados chinos de esta zona son una parada obligada, con una variedad increíble de ingredientes secos y frescos. Y por detrás de la estación está el Pasaje Echeverría, calle peatonal con bares y comida callejera.
- Más allá del Barrio Chino, en dirección al río, el paisaje cambia: el Lago de Regatas invita a lindas tardes leyendo cerca del agua y, si te gusta el running o la bici, podés extender el paseo a lo largo de toda la avenida Presidente Figueroa Alcorta. Más adelante, el Estadio Monumental gana vida propia en los días en los que juega el River Plate. Ya más cerca de la orilla, en la costanera norte, está la Ciudad Universitaria de la UBA, el Parque de la Memoria y la zona de restaurantes y espacios de eventos que bordea el Parque Norte hasta llegar al Parque Deportivo Costanera Norte. toda esta zona es ideal para recorrer a pie o en bicicleta, y para disfrutar unos choris junto al río.
Historia y curiosidades de Belgrano
Antes de ser un barrio, Belgrano era un pueblo independiente, con su plaza de pueblo, la Plaza Manuel Belgrano y su gobierno propio (alojado en el actual museo Sarmiento). La fundación de Belgrano se remonta al año 1855, cuando el gobierno de Buenos Aires construyó una nueva ciudad en las tierras que habían sido propiedad de Juan Manuel de Rosas, figura polémica de la historia argentina que ejerció el poder sobre el país entre los años 1829 y 1852. Su nombre es un homenaje a Manuel Belgrano, el creador de la bandera argentina.
Lo que empezó siendo un pueblo a mediados del siglo XIX, a principios del siglo XX terminó como un barrio más de la ciudad, principalmente con la llegada del tren y el profundo cambio demográfico que este ocasionó. Con el paso de los años, el barrio se desarrolló como ningún otro, llegando a expresar toda una multiplicidad de facetas.
Cafés, bares y restaurantes en Belgrano
¿Dónde tomar algo o comer en Belgrano? Aquí una lista no exhaustiva de los favoritos de BAC:
- Narda Comedor: el restaurante de la chef Narda Lepes, con toda su efusión de ingredientes, colores y texturas.
- Corte Comedor: quizá el mejor restaurante de carnes de la capital, principalmente si uno piensa en carnes maduradas y charcutería artesanal. Y todo eso en un ambiente descontracturado y gran servicio.
- Il Quotidiano: pastas que la rompen, pizza y mucho más.
- ÖSS Kaffe: esta ventanita tiene uno de los mejores cafés de especialidad de la ciudad.
- COWI Belgrano: bar de vinos con mucha onda, excelente carta y comida rica para acompañar.
- Mercado de Belgrano: para comer algo rico y, de paso, llevarse cosas a casa.
- Más opciones en la nota El circuito foodie de Belgrano.