Omakase en Buenos Aires, algunas barras que resuenan

Una lista de barras Omakase en Buenos Aires, cada una con una cualidad especial.


El sushi es probablemente una de las comidas con más fans de culto en todo el mundo. Buenos Aires no es la excepción, aunque, como bien lo sabe el club de fans local, no es quizás la mejor ciudad para aventurarse con los sabores del mar, en general. Pero se hace lo que se puede.

Y dentro de la experiencia sushi, hay una modalidad que puede ser bastante divertida y que se viene poniendo de moda en la ciudad, para nuestro entretenimiento: el Omakase.

¿Cuál es la diferencia entre sushi y omakase?

El omakase es una forma de servir, comer y experimentar los sabores del sushi.

En una barra omakase, no se piden cosas a la carta desde un menú (mucho menos las excentricidades argentas en los menús de delivery, rebosantes de queso crema y muchas veces combinando ingredientes de una forma que podría resultar – a ver cómo lo digo – irrespetuosa con la tradición).

En la experiencia omakase el cliente se entrega a la voluntad del chef, quien le irá sirviendo diferentes porciones con los ingredientes del día. La palabra omakase viene a significar algo como «te lo dejo a vos».

Nunca estuve en Japón, pero entiendo que el omakase es, de hecho, la forma por defecto de comer sushi en un establecimiento tradicional de ese país.

En Buenos Aires, donde el sushi es todo menos tradicional, la moda del omakase le ha permitido a ciertos chefs y restaurantes ponerse un poco más creativos sin salirse del respeto por lo clásico, y a supervisar un poco más la calidad y presentación de la materia prima. Así que bien por ese lado.

Omakase en Buenos Aires

Estas son algunas de las barras omakase que más están resonando en Buenos Aires. No fui a todas, pero traté de combinar mis experiencias y opiniones con las de amigxs y conocidxs fanáticos del sushi para formar una lista coherente. 

Sepan entender si no soy tan descriptiva con los platos, hay un elemento de sorpresa y discreción en el omakase que no busco arruinar, y por otro lado, los menús cambian constantemente así que no valdría la pena.

Sin ningún orden específico:

Uni: Mencionado en la Guía Michelín, en este local casi escondido de Palermo se combinan fuego, hielo, mar y tierra a la vista de los 12 invitados. Algo que destaca es su gran variedad de sakes, que no es tan común en Buenos Aires. Presentarse puntual y con hambre: la experiencia es todo menos casual.

Nika: Uno de los pocos que ofrece omakase para el almuerzo, incluso de vez en cuando hacen un brunch japonés. Todo lo que se sirve en Nika es libre de gluten, bajo en sodio y en azúcar. Se destaca la variedad de vinos y la atención cálida. Palermo.

Mutsuhito: También disponible al mediodía, Mutsuhito es el Omakase del ya localmente conocido restaurante Emperador Meiji. La experiencia de 17 pasos está en una de las barras más hermosas de la lista.

Shimada: sostenido nada más y nada menos que por la reputación de Takeshi Shimada, a quien muchos consideran el maestro de la comida japonesa en Buenos Aires. La propuesta se completa con un listening bar (como están ahora tan de moda), con discos de vinilo.

Buri: también en la guía Michelín, es impresionante la importancia que le dan a sus pescas nacionales y productos locales extremadamente frescos. También tiene su propio bar de Ramen y una carta de coctelería que es parte inseparable de su experiencia. 

: Está en un domo escondido en medio de un jardín. Una interesante experiencia visual, desde los colores de los platos, los diseños de la vajilla, y por supuesto su arquitectura.

Antro: Omakase en una cueva. La atmósfera oscura de Antro crea una expectativa de intimidad que se puede prestar, por ejemplo, para una cita. Palermo, obviamente.

Nare: La verdad es que Nare nos parece uno de los mejores lugares de Buenos Aires para comer sushi, en general. Simple, rico, lindo. Como el amor. 

Inoue: uno de los secretos más interesantes de Recoleta y de la ciudad. En este rincón mínimo y elegante, la experiencia es cercana y sutil.

Maru: En este Omakase a puertas cerradas, se sirve sushi al estilo edomae, típico de Tokio, enfocándose principalmente en pescado y arroz. Un homenaje a las raíces, a lo esencial, y lo bien que queda el “menos es más” cuando el foco está en la materia prima.

Cruz Omakase y Gokana: Lo que tienen en común estos dos, además de estar en Belgrano, es que ofrecen un ambiente más descontracturado, menos corbata, en contraste con la mayoría en esta lista.

***

Y recuerden la clave de la experiencia en el omakase: estar dispuestos a dejarse llevar.


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