Nuestra dulce guía por el mundo de las facturas argentinas.
La gastronomía argentina supo constituirse un panteón de grandes clásicos que se suelen conseguir en cada esquina (o casi).
A la hora del desayuno y la merienda, las diosas indiscutidas son las «facturas«, esas piezas dulces que se encuentran en todas las panaderías del país, ¡con mate, café con leche, té o un submarino, salen como piña!
Los nombres y recetas pueden variar, pero, cuando se trata de facturas, los argentinos solemos tener preferencias muy marcadas (¡para variar!). Hay todos los gustos: desde las facturas más empalagosas rellenas de dulce de leche, hasta las más ligeras que están cubiertas sólo con un poco de azúcar (claro que nuestros paladares casi siempre van a optar por la opción más generosa).
¿Cuáles son los nombres de las facturas argentinas? ¿y cómo es cada una? ¡Arrancamos!
Medialunas
Es muy usual que nos ofrezcan en Argentina una promo de desayuno o merienda que incluya un café con 2 o 3 medialunas (¿cómo negarse?). Las medialunas son un clásico en la mesa de los argentinos.
Medialunas de grasa: son medialunas saladas y más finitas ¡pero sumamente crocantes y adictivas! están hechas de grasa y margarina.
Medialunas de manteca: son más gorditas, llevan un toque de esencia de vainilla y van cubiertas por una capa de almíbar, lo cual las hace más dulces.
Como todo en Argentina, también están las medialunas rellenas con dulce de leche.
Vigilantes
De forma bien alargada, imitando un bastón, estas facturas pueden ir rellenas de membrillo, crema pastelera o simplemente espolvoreadas con un poquito de azúcar.
Como muchas facturas argentinas, su nombre se originó a raíz de una huelga sindical de inmigrantes italianos, quienes habían decidido cambiar los nombres de los pasteles para llamar la atención con su causa anarquista. En este caso, los vigilantes son una clara referencia a los policías.
Tortitas negras
Originarias de España, las tortitas negras son una opción ideal para la merienda. Conocidas por su masa dulce en forma redonda, estas facturas se caracterizan por llevar una buena capa de azúcar negra. ¡Apurate a llevarte las que quedan porque son las primeras en desaparecer!
Bolas de fraile
También conocidas bajo el nombre «suspiro de monja» o «berlinesa», estas facturas se destacan por su masa esponjosa y frita, ¡que hace que se nos haga agua la boca! Bolas doradas espolvoreadas con azúcar, las podemos encontrar rellenas de dulce de leche, crema pastelera, o solas.
Cañoncitos
Irónico guiño militar mediante, estos bizcochos con masa de hojaldre rellena de dulce de leche, son mucho más simpáticos que lo que su nombre alude. Se trata de la opción más aconsejable cuando realmente tenemos hambre, y van cubiertos por una lluvia de azúcar impalpable que les da el toque final. También los pueden encontrar bañados con almendras y nueces.
Churros de dulce de leche
En Argentina, los churros forman parte de las típicas meriendas en la playa acompañadas con un buen mate amargo. Preparados con una base de harina cocinada en aceite, sin dudas se trata de la factura más frita y crujiente de todas.
¡No se pierdan las rellenas con dulce de leche del Manolo de Mar del Plata!
Otras facturas argentinas:
Sacramento: similares a las medialunas rellenas de fiambre
Cremonas: con una peculiar forma, este invento argentino parece una especie de corona y un sabor parecido a la medialuna salada.
Libritos: factura de grasa con forma de un libro en miniatura.
***
A esta altura, lo único que realmente deben querer saber es dónde encontrar estas delicias culinarias. Les recomendamos dos confiterías para que sepan por dónde empezar: Las Violetas, café notable de la ciudad y La Esmeralda un confitería clásica imperdible.
Después de comer unas ricas facturas argentinas, sigan con: