A veces alejarse de las calles más transitadas y turísticas nos sorprende y de manera agradable. A pocos metros del Liceo Francés Jean Mermoz, a metros de la Avenida Figueroa Alcorta y a pasos de los bosques de Palermo y el Golf municipal, nos topamos con Biblos, una joyita en una esquina para reponer energías en cualquier momento del día.
Biblos es un restaurante, pizzería y café, donde anteriormente funcionaba una conocida parrilla de barrio. Hoy renovada completamente, de afuera se aprecian los grandes ventanales y sus marcos en hierro negro, con su nombre en grande y bien iluminado, mesas en la vereda con canteros llenos de flores y toldos para disfrutar en verano. El interior del salón es bien iluminado y equipado con mesas y sillas cómodas y largos sillones de cuero en las mesas del fondo. Las altas estanterías de la pared simulan los viejos almacenes con botellas y decoración vintage. Nuestro rincón preferido: la terraza interna, ni vereda ni salón, un espacio amplio y tranquilo con pantalla de tele, ideal para instalarse a leer, trabajar o charlar con amigos. Generalmente la gente joven que concurre durante la semana viene de las oficinas cercanas, aunque es muy común ver gente trabajando o reunidos en familia los fines de semana.
La carta es variada y tentadora. Abierto desde muy temprano, se puede elegir entre distintos desayunos, aunque nuestro preferido es el espectacular revuelto de huevos con panceta servido con pan tostado y café o té y jugo de naranja. Claro que para los que prefieren algo más liviano siempre pueden pedir un desayuno con cereales, frutas y yogurt. Para el almuerzo encontrarán sugerencias que componen el menú ejecutivo (incluye bebida y café) o bien la extensa carta… y prepárense, porque no sabrán qué elegir: desde pizzas a la piedra, estilo gourmet (como la Especial Biblos: con muzzarella, rúcula, champignones, parmesano, tomates secos y morrones) o bien las clásicas. Si son de los que aman la carne, entonces podrán elegir entre las Biblionesas (Milanesas para compartir de ternera o pollo con guarnición) en sus distintas variedades: cheddar, caprese, napolitana y otras.
Para los locos de las hamburguesas también existen opciones y no duden en acompañarlas con una riquísima cerveza artesanal. Las pastas no se quedan atrás: desde ñoquis del 29 hasta especialidades caseras como sorrentinos o spaghettis con salsa a elección. Los postres son una real tentación porque si bien los platos son suculentos, siempre queda un lugarcito para probar algo dulce: flan casero, mousse de maracuyá, panqueques de dulce de leche, o una tarta de manzanas con bocha de helado, entre otros. Para los que están de paso déjense tentar con las limonadas clásicas de jengibre o frambuesa o con alguna porción de torta y algún café especial. Y si el hambre comienza a hacerse notar, las picadas para varias personas, las entradas para compartir o alguna minuta resolverán el asunto. El personal es muy atento y los precios no asustan. Y si llaman y luego pasan a retirar el pedido obtendrán un descuento sobre el total.
Ya saben, después de hacer deporte o pasear por el Parque Tres de Febrero o si siguieron caminando hasta llegar al Bajo Belgrano después de recorrer el Barrio Chino, Biblos es la posta ideal para reponer energías o simplemente disfrutar de la tranquilidad del barrio con amigos o en familia.
Biblos
Echeverría 802 – Belgrano
Tel: 4781-0793
De lunes a domingo, de 7h a medianoche
Precios: $ $
Foto: Agustina Pasqualini