Las casitas flotantes de San Fernando ofrecen confort, tranquilidad y naturaleza a menos de una hora de Buenos Aires.
Cuando pensamos en una escapada cerca de Capital, la zona norte del Gran Buenos Aires siempre se presenta como un destino ideal. Su cercanía al río ofrece un respiro del ritmo acelerado de la ciudad, perfecto para desconectar o disfrutar de la naturaleza sin alejarse demasiado.
En este entorno, el Club San Fernando destaca con una propuesta única: sus casitas flotantes. Estas viviendas, adaptadas sobre el agua y ancladas a un punto fijo, garantizan estabilidad y tranquilidad, te permiten relajarte sin percibir el movimiento del río.
En el entorno natural del club, se encuentra una comunidad de alrededor de 25 casitas flotantes, de las cuales aproximadamente la mitad están disponibles para alquiler turístico y las otras son de uso privado de los propietarios.
Casas flotantes, ¿cómo es la experiencia?
Hospedarse en una casita flotante es una experiencia que combina confort, tranquilidad y una conexión muy especial con la naturaleza. Desde el momento en el que llegás al muelle y te subís a la lancha que te llevará a tu casita, ya te sentís alejado del ritmo y el ruido de la ciudad.
Al llegar, cualquiera sea la vivienda que hayas elegido, te espera un loft, con deck y terraza, completamente equipado con todo lo necesario para una estadía confortable: wifi, ropa de cama, utensilios de cocina y una selección de juegos de mesa, ideales para desconectar de la tecnología por un rato.
Los horarios de check in y check out varían según la opción elegida, pero generalmente, se puede extender el check out por un costo adicional.
Lo mejor de todo es que, a diferencia de otras escapadas, acá no vas a ver calles ni autos, solo el río y los barquitos que pasan.
El espacio verde de la Bahía del Club San Fernando está a disposición, con un restaurante llamado El Quincho de la Isla, que abre solo los fines de semana, al que se puede acceder en taxi lancha, y una despensa abierta de martes a domingo, con servicio de entrega directo a las casitas.
Algunas zonas, como la laguna artificial, requieren un pago adicional para acceder, el cual se abona directamente al Club. Las actividades sociales son exclusivas para los socios, salvo el restaurante Sotavento, que está abierto de martes a domingos para todo público.
Es importante aclarar que por cuestiones de seguridad, no está permitido tirarse al río.
Algunas casitas en el Club San Fernando
Cada casita tiene su propio estilo, pero ya sea que busques unos días románticos, un lugar para compartir en familia o una escapada con amigos, hay una alternativa perfecta.
Casa Flotante “Habanita”
Esta es la propuesta más económica, pensada para quienes buscan una experiencia íntima, sencilla y cómoda, sin lujos adicionales. En la planta baja, cuenta con un amplio living con cocina integrada, un sillón cómodo, un baño espacioso con estufa y un deck con sillones de plástico.
Por la noche, podés encender las guirnaldas de luces para crear un ambiente más acogedor y disfrutar del río mientras preparás algo en la parrilla eléctrica.
En el piso superior hay una habitación con cama king size, televisión smart y ventanas con vista al río, para que puedas despertar con un paisaje espectacular. Además, hay una mini terraza al lado de la habitación con reposeras, perfecta para relajar al aire libre.
Casa Del Agua Capricornio
Para un poco más de lujo, esta es una excelente elección. Diseñada para tres personas, es una opción versátil para una pareja con hijos, entre amigos o para una escapada romántica.
En la planta baja tiene una amplia cocina, un living que incluye una cama de dos plazas junto a una ventana, y un baño con ducha escocesa. La cocina está equipada con microondas y tostadora para facilitar las comidas. El deck, adornado con plantas, cuenta con sillones de exterior y una mesita.
El segundo piso está ocupado por una terraza que se divide en dos áreas. La parte techada está equipada con mesa y sillas, parrilla, cocina, y un freezer, creando un espacio súper cómodo para cocinar al aire libre. La segunda área, no techada, tiene una leve subida que lleva a un jacuzzi ubicado contra el borde de la terraza, con vistas al río, rodeado de plantas y reposeras. Además, te brindan un desayuno seco, para que puedas empezar el día sin preocupaciones.
Casa Flotante Piscis
Esta vivienda se destaca por su diseño, que maximiza la vista al río y la comodidad al aire libre. Pensada para alojar a tres personas. En la planta baja, cuenta con una cama matrimonial, mesa y sillas, televisión smart, un sofá cama de dos plazas, cocina eléctrica, dispenser de agua, heladera con freezer y un jacuzzi en el deck, acompañado de sillones de plástico, perfecto para disfrutar el atardecer. También dispone de un baño con ducha escocesa.
En la planta alta, la terraza está dividida en dos sectores: uno techado con mesa y sillas, anafe a gas, parrilla y un duchador para refrescarte en días calurosos (recordá que está prohibido tirarse al río). El área no techada está equipada con reposeras, ideales para relajarte al sol. También incluye desayuno seco.
Otras casitas flotantes en San Fernando
Aunque te mencionamos tres opciones, el Club San Fernando ofrece una variedad de casitas que se adaptan a diferentes preferencias y necesidades. Así que te dejamos algunas otras alternativas:
- Casas del Agua Trieb
- Casitas flotantes Penny Lane y Karkú
- Casa del Agua MARLI
- Casa del agua Escorpio
- Casa del Agua Panorama
- La Poderosa Casa Flotante
- Paraíso Flotante
¿Cómo llegar?
Llegar al Club San Fernando es muy fácil.
En auto, desde Capital, llegás en unos 30 minutos, y podés estacionar en el club durante tu estadía (con costo adicional).
Si optás por el transporte público, tenés varias alternativas: podés tomar el Tren Mitre o el Tren de la Costa hasta la estación San Fernando, y desde allí, caminar hasta el club. Otra opción posible es hacer una combinación de colectivos: 130 + 230 y caminar hasta el club.
Al llegar, se camina hasta el muelle 12, donde cada 30 minutos, una embarcación lleva hasta la Bahía del Club San Fernando en un viaje de aproximadamente 8 minutos. Después, un grumete te cruzará a la casita que hayas elegido.
Cada alojamiento tiene un handy para que puedas pedir el cruce a tierra cuando lo necesites, pero no olvides coordinar el regreso al menos 10 minutos antes.
¿Por qué ir?
Pocas escapadas combinan la comodidad y la modernidad como las casitas flotantes. Estos alojamientos te invitan a vivir una experiencia diferente. Si nunca te imaginaste dormir sobre el río, y querés desconectarte de la ciudad, esta es una excelente oportunidad para vivir algo distinto.
Para hacer la reserva, contactá a la casita que más te guste a través de Instagram y consultá la disponibilidad para la fecha que tenés en mente. Eso sí, como son cada vez más populares, te recomendamos reservar con anticipación.
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