Diez mesas de pool, media docena de mesas de ping-pong y kilos de maní. Es la fórmula del éxito de Café San Bernardo, un lugar fuera del tiempo en Villa Crespo al que solían asistir Osvaldo Pugliese o los poetas Juan Gelman y Celedonio Flores.
Abierto noche y día, siete días a la semana, en este café, uno no ve pasar el tiempo. El lugar no pretende ser más de lo que es y desde hace años, la decoración se mantiene inmutable: un gran salón con pinta de galpón, paredes de ladrillo rojo, decenas de mesas de juegos que se alquilan por hora, viejos trofeos y otros vestigios del pasado. Todo bajo la mirada apacible de Carlitos Gardel.
En la entrada, entre las sillas y las cáscaras de maní, son los viejos del barrio los que se disputan partidos de dominó y de cartas. Más al fondo, el promedio de edad tiende a bajar y son los más jóvenes los que se desafían a endiablados partidos de ping-pong. Todos los martes a las noche, alrededor de las 22h se organizan torneos.
Así que a practicar se ha dicho y a anotarse, ¡el que pierde paga la ronda de cervezas!
Si querés saciar tu apetito en la zona después de un partido frenético, acércate a una buena cantina, a Salgado, o a Malvon, una confitería con encanto.
Av. Corrientes 5436 – Villa Crespo
Tel: 4855-3956
Lunes a viernes de 13h a 4h, sábado de 8h a 4h y domingo de 18h a 4h
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