Recibir una encomienda por correo, una experiencia kafkiana

Si por esas casualidades de la vida, sea cual sea la razón, esperan un paquete o una encomienda, les aconsejamos que respiren hondo y que lean estos consejos.

Para empezar, la encomienda nunca va a llegar a su puerta si pesa más de dos kilos. En ese caso, son ustedes quienes tienen que ir a retirarla al Centro Postal Internacional en Retiro con el aviso que el cartero dejó en su buzón que tiene el número del trámite. No se olviden su pasaporte o el DNI (¡fundamental!) y ya que están un buen libro, agua, un sándwich y una brújula, les espera un largo viaje…

El Centro Postal Internacional de Buenos Aires y su ubicación en el tablero

“Avenida Antártida Argentina y Letonia” reza la web… ¿Y en la práctica? Una vez en Retiro, si miran la estación de frente estando sobre la avenida Maipú, caminen hacia la derecha hasta el final y van a caer sobre Antártida Argentina (que a esta altura se parece más a una autopista que a una avenida), crúcenla y ahí van a ver el Centro Postal Internacional.

Primera etapa

A menos que estén esperando un piano, al entrar diríjanse hacia “pequeñas encomiendas”. Allí no se olviden de sacar un número. Calculen una media hora de espera hasta que los llamen. Luego vayan hacia el mostrador con el aviso de visita del correo y con el DNI o pasaporte, firmen el papel que el empleado les presenta y guarden el talón con su número de encomienda. ¡Pase lo que pase, no lo pierdan! Ahora, pueden ir para la sala de espera de la aduana y seguir esperando, el mecanismo ya está en marcha, alguien salió a buscar su paquete, paciencia…

La espera

La sala de espera suele estar llena de gente en su misma situación. Búsquense un asiento o un lugar en el piso pero pase lo que pase no abandonen la habitación, ni para fumarse un pucho, recuerden el número de seis cifras de su papelito y estén atentos al parlante que va los va anunciando como se le canta (por ejemplo, si su número es el 126.724, pueden escuchar “uno – dos – seis – siete – dos – cuatro”, o “doce – sesenta y siete – veinticuatro” o también “ciento veintiséis – setecientos veinticuatro”, todas las opciones son válidas así que a parar la oreja). Por supuesto está de más decir que ni se les ocurra escuchar su lector mp3…

La recepción

¡Después de haber esperado mil horas, finalmente les toca a ustedes! Encaren hacia el mostrador donde los espera una cola con una diez personas cuyo número también acaba de ser anunciado por el parlante. ¡Un poco más de paciencia, ya casi están! La encomienda se entrega a cambio del papelito. Si ésta es un envío de parte de alguien conocido o un regalo, pueden firmar y escaparse de este lugar para siempre. Pero si la aduana descubre que su encomienda contiene material electrónico (computadora, lector mp3, cámara de foto,…) su aventura continúa hacia otras oficinas de la aduana. Ídem para la entrega de compras que efectuaron por internet por ejemplo (ropa y otros productos). Allí van a evaluar el precio de esos objetos y seguramente tendrán que pagar un impuesto que puede llegar a representar casi la mitad del valor del precio original. La Argentina en ese sentido tiene unas leyes muy estrictas. ¡Piensen bien antes de comprar esa pollera por internet… puede llegar a salirles más caro de lo previsto!

Una vez que abonaron el bendito impuesto, ya pueden huir despavoridos de este centro postal del demonio. ¡Así que ya saben, tengan cuidado con lo que van a recibir y avísenle a sus allegados que si tienen pensado mandarles algo por correo, que la encomienda no contenga material electrónico y que no supere los dos kilos!

Centro Postal Internacional de Retiro
Av. Antartida Argentina y Letonia (al lado de la estacion de Retiro)

De lunes a viernes, de 9h a 16h.

 

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