Argentina, fines de los años 1950: el éxodo rural esta en pleno apogeo. La inmigración europea ha disminuido bastante y son los emigrantes del interior y de los países limítrofes, los que llegan para habitar los primeros asentamientos de Buenos Aires.
Antonio Berni logra, al principio con la pintura y luego con materiales reciclados que fue a buscar a las villas, exponer trozos de la vida de Juanito Laguna en el barrio humilde de Flores. Escenas de familia, de calle y hasta de ensueño. La villa se vuelve a la vez representación y materia de representación, los bidones de nafta de grandes marcas norteamericanas haciendo las veces de verdes campos en las obras de Berni.
Al mejor estilo del gran tapiz de Bayeux con su impronta social-realista, pero realizado con materiales recuperados, nos vemos inmersos en la vida diaria de Juanito Laguna. El típico chico de las calles de Buenos Aires que, según las propias palabras del artista si bien es un niño pobre, no es un pobre niño.
La exposición continúa con la vida de Ramona, la humilde costurera que se volvió cortesana, desde su nacimiento hasta su apoteosis. Podemos ver la visión de la mujer, un poco estereotipada del artista en la post-guerra; criatura sumisa a los monstruos de la hipocresía y la lujuria, a los que podemos ver con una forma espantosa y a la vez grotesca en medio de la exposición.
La vida íntima de Ramona está representada en una sala que es el punto fuerte de la visita. Allí se puede observar una serie de grabados en madera que parecen querer imitar los libros de horas medievales, donde el pop-art y la pintura de género se interrelacionan para dar lugar a una reseña que sorprende y perturba a la vez.
Antonio Berni: Juanito y Ramona en el MALBA
Av. Figueroa Alcorta 3415 – Palermo
Tel: 4808-6500
Desde el jueves hasta el lunes de 12 h a 20 h. Nocturno el miércoles hasta las 21 h.
Entrada: AR$60 (miércoles: AR$30)
Hasta el 23 de febrero de 2015