¿Recién llegados a Buenos Aires? Sepan que el colectivo es el mejor y el peor medio de transporte en la cuidad, al mismo tiempo. Sea como fuere, se vuelve indispensable a la hora de moverse.
Con más de cien líneas de “bondis”, siempre van a encontrar una o dos que los acerquen a su destino. Los hay de todos los colores y procedencias pero todos se manejan como si fueran los dueños de la calle: “a las chapas” y dejando una hermosa nube negra de monóxido de carbono detrás de ellos.
Para sobrevivir a su primera experiencia en un colectivo, les acercamos unos pequeños consejos.
SUBE sí o sí
Los colectivos y el subte se pagan de una única manera: con la tarjeta SUBE. Se puede obtener y cargar crédito en kioscos, en estaciones de subte, algunas agencias de lotería y más recientemente, a través de una app en su celular. Ni se les ocurra subirse al bondi y ofrecerle un billete al colectivero.
Internet es tu amigo
Consulten la página del Mapa Interactivo para ubicarse. Poniendo el origen y la destinación de su recorrido, les va a indicar todos los colectivos que pueden tomarse, dónde subirse y dónde bajarse. Una página para hacer uso y abuso. Como plan B, a su riesgo, le pueden pedir al chofer que les indique dónde bajarse del colectivo.
Encontrar la parada
A veces es difícil encontrar la parada en la calle (el cartel no está o quizás nunca estuvo). Acérquense al kiosko más cercano a preguntar.
Hacer la cola
En la parada, al llegar el colectivo, el primero de la fila es el primero en subirse. Aunque la prioridad siempre la tienen los ancianos, personas con capacidades especiales, embarazadas o niños. Por suerte, se suele respetar.
Si ven una cola kilométrica, no se asusten, muchas veces una parada sirve para varias líneas.
Parar el colectivo
Cuando ven que aparece su colectivo, levanten el brazo para pedir que se detenga. No duden en exagerar sus gestos, levantar los dos brazos y agitarlos, señales de humo y otras manifestaciones extravagantes, a veces el colectivero ni se digna en detenerse. Resulta medio frustrante pero uno se termina resignando a que tarde o temprano va a llegar otro.
Subirse al colectivo
OJO: Si es el último de la fila en subirse al bondi, agárrense bien del pasamano porque al grito de “¿Listo?” el colectivo arranca antes de cerrar la puerta. El único credo de esta estirpe es la velocidad.
Antes de pasar a sentarse, debe indicar al chofer, verbalmente, el destino al que van para que les cobre la tarifa acorde a la distancia. No tiene por qué ser tan específico, puede decirle el barrio, la calle, la esquina.
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¡Están listos para sobrevivir al transporte público porteño! Ahora falta todo lo demás… abajo para nuestra Guía Completa de Buenos Aires para recién llegados.