El Bodegón de las Abuelas en el corazón de Villa Crespo es un restaurante de comida casera preparada por abuelas que nunca dejaron su pasión de lado
En un rincón tranquilo del barrio de Villa Crespo, al límite con Paternal, se asoma en una cómoda y distendida esquina el Bodegón El Pasaje, cariñosamente conocido también como el Bodegón de las Abuelas. Un lugar imperdible para quienes quieren comer como en casa, este secreto del barrio, con años de historia, se llena todos los días a la hora del almuerzo. Vecinos y visitantes de otros barrios llegan ansiosos por conocer a las abuelas y descubrir todo lo que tienen para ofrecer.
Entrar al Bodegón de las Abuelas es como un pequeño viaje en el tiempo: mucha madera, banderines por todos lados, fotos antiguas, y melodías de un tango suave de fondo que lo inundan a uno de un aire nostálgico que invita a quedarse y simular por un momento que se está en otro tiempo – en uno mejor, quizás, o más sencillo, tal vez.
¿Qué comemos?
El menú es contundente y parece sacado, literalmente, de la cocina de una abuela: milanesas, tortilla de papas, tallarines, ravioles, lo que se te ocurra. Es difícil decidir qué comer en los lugares donde todo es rico – y no es una exageración, realmente no hay plato que no salga bien acá.
Sin embargo, el verdadero secreto está en el pizarrón de la puerta que día a día va cambiando su oferta en concordancia con lo que la cocina tenga para presentar. Varía constantemente, pero puede ser pan de carne relleno acompañado con puré, canelones de verdura, peceto al horno, y siempre algún postre especial. Una verdadera fiesta para el paladar.
Si bien no siempre es posible recomendar lo mismo porque los platos del día van cambiando, nuestra recomendación es que no dejen de probar los ñoquis, el pastrón al horno y, por supuesto, la tortilla de papas. Bien babé y con cebolla.
Las abuelas, el corazón
El mítico bodegón fue fundado en febrero de 1983 por Carmen y su familia, una de las dos hermanas uruguayas que dan alma y vida a este proyecto, el cual no dejó de crecer. “Hasta ese momento yo cocinaba sólo para mi familia”, recuerda Carmen y se ríe. Al poco tiempo se sumó su hermana y comenzó a funcionar esta fabulosa dupla creativa.
Desde sus inicios, el objetivo fue preservar la esencia de la comida casera, asegurándose de que esta tradición perdurara a lo largo del tiempo, lo que ha llevado al cariñoso término de «comida de abuela». Y lo han conseguido.
Quien empezó cocinando en el local fue Tere, ya que según las palabras de su hermana Carmen “aprendió a cocinar con nuestra mamá cuando era chica”. La señora que les vendió el local donde hoy funciona el bodegón cocinaba con ellas y acompañaba a Tere en la cocina día a día, así durante un mes. Luego se retiró y fue la hermana uruguaya quien tomó la batuta de la cocina y comenzó a ocuparse de lo que de allí saliera.
Tere y Carmen comienzan su día mucho antes del amanecer, dirigiendo y participando activamente en las tareas de la cocina, para tener todo listo a la hora del almuerzo. Dividen las responsabilidades de manera estratégica, cada una enfocándose en lo que mejor sabe hacer para que todo funcione a la perfección. Teresa se encarga de los postres, como el budín de pan y el flan, que prepara temprano por la mañana para que estén listos para servir después de comer.
Sin dudas, este bodegón de barrio es un hermoso viaje a la infancia, un recorrido lleno de ternura por los sabores que todos hemos disfrutado en algún momento de nuestra vida y que siempre nos harán acordar a nuestras abuelas, nuestras madres, y todas aquellas personas que cocinaron para nosotros demostrándonos así su amor.
Bodegón de las Abuelas (Bodegón el Pasaje)
Rojas 2050 – Villa Crespo
Lunes a viernes de 8h a 16h