Kartódromo de Buenos Aires: adrenalina pura

¿Cómo y dónde hacer karting en Buenos Aires? Una experiencia única y llena de adrenalina en las pistas del Kartódromo.


 

Los porteños no sabemos cómo quedarnos quietos. Y con la llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1, el primer corredor argentino que llega a esa competición en más de 20 años, también aumentan las ganas de saber cómo se siente esa adrenalina. 

En este artículo podrán conocer todos los detalles del Kartódromo de Buenos Aires, un lugar especial donde el mismo Colapinto arrancó como automovilista: con tan solo 12 años ganó la fecha de la categoría Pre-Junior. Y antes de emigrar a la Fórmula 4 Española, se llevó el primer lugar en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, también en estas pistas. 

Acá podrán sentirse casi literalmente como un corredor profesional. Si están listos, vayan preparando el casco para saber dónde hacer karting en Buenos Aires. 

Antes de correr: conociendo las pistas

El Kartódromo Internacional de Buenos Aires está ubicado en Villa Riachuelo, la punta sur de la ciudad, en la intersección entre la Avenida General Paz y la Avenida Coronel Roca. En nuestro caso, llegamos al lugar en auto, y por cuestiones de seguridad de los barrios cercanos es mejor trasladarse de esa manera. 

Se encuentra dentro del espacio del Autódromo Juan y Oscar Gálvez, que fue sede de Fórmula 1 cuando se corrieron las ediciones del Gran Premio de Argentina (la última en 1998). Además, también está en la zona lindera a la ex Villa Olímpica, el Parque de la Ciudad y el Parque Roca, en el límite con el Riachuelo.

Ingresamos al complejo un rato después del atardecer. La pista está en muy buen estado y cuenta con muchas curvas, diez en total. Son 900 metros de largo y 8 de ancho, y cuando empieza a caer la noche ya están encendidas las luces. Hay algunas restricciones para usar los vehículos: los que utilizamos los mayores son a partir de 15 años de edad, y el peso máximo del corredor no debe superar los 110 kilos.

Antes de manejar, se encargan de explicarnos todas las medidas básicas de seguridad (como por ejemplo no bajarse del karting en plena carrera) y de cómo usar el auto. Es realmente muy simple: consta de un volante y dos pedales (freno y acelerador). No es necesario saber conducir ni haber tenido experiencia en karting, y pueden participar de forma mixta tanto hombres como mujeres. 

Preparados, listos… ¡ya!

En esta oportunidad éramos un grupo de 6 personas pero también corríamos con otro conjunto de 8 corredores, ya que el máximo total es de 14 participantes. Nos dan el casco y nos subimos directamente a nuestro vehículo, sin cambiarnos de ropa (aunque es importante llevar vestimenta y zapatillas cerradas cómodas). 

La primera sensación es que los autos no son último modelo y tienen sus años, pero cuando arrancan a correr somos testigos de que aguantan perfectamente, sin inconvenientes. Ya nos habían aclarado de antemano: son vehículos de tipo profesional, para correr en pistas con medidas de competición internacional. 

La carrera tiene 3 etapas: 1 vuelta de reconocimiento para tantear la pista; 3 vueltas de clasificación para determinar las posiciones; y el resto son las 20 vueltas de carrera. Una vez que comenzamos a correr, la adrenalina es única. 

Ya hacia la mitad del viaje empiezan a molestar las muñecas, por el peso del auto y las vueltas que se van dando; no es lo mismo que manejar un auto convencional, está claro que necesita más fuerza física. Y si toman una curva a mucha velocidad, es posible que hasta les agarre algún mareo, un fenómeno de aceleración que se conoce como Fuerzas G (sí, hasta los amateurs lo sienten). 

Esta tercera etapa, la de la carrera en sí misma, dura alrededor entre 15 y 20 minutos, y si bien puede sonar poco, podemos dar fe de que es bastante, en especial las últimas vueltas que pueden llegar a ser agotadoras. ¡Es más largo de lo que en tiempo puede parecer! Así que los que lo intenten recuerden que es clave la resistencia. 

Terminada la carrera, nos bajamos del auto. Se suceden los chistes entre los que les fue mejor y peor, y de la organización nos entregan una planilla con nuestros tiempos. Nos trasladamos al bar del lugar para tomar y comer algo después de la carrera y distender. También hay una televisión que permite ver algún canal de deportes para pasar el rato. 

Salimos del Kartódromo de Buenos Aires con el auto hacia la ruta para volver cada uno a su casa. Finalizó la experiencia, pero la sensación es extraña: la adrenalina sigue golpeando el pecho y dan ganas de estar de nuevo en la pista. 

¿Cómo reservar?

Toda la organización está a cargo del Club Argentino de Karting, y es a través de su sitio web que se hacen las reservas previas. Se realiza mediante una seña por la mitad del monto y luego en el lugar el día de la carrera se hace el pago completo por el total de participantes. 

El Kartódromo está abierto para alquiler de pista de jueves a domingos. Una recomendación general si están interesados en ir es que planeen la actividad con bastante tiempo, ya que suelen tomarse los turnos con al menos 1 mes de anticipación. 

¿Cómo llegar?

  • En auto: es la mejor forma y la única recomendable de llegar hasta el lugar, por lo que dijimos antes sobre la seguridad de la zona. Además, el Kartódromo cuenta con estacionamiento sin costo adicional para dejar el auto adentro en caso de contar con movilidad propia.
  • En colectivo: si optan por este transporte público, algunas líneas que pasan por la zona son el 21, 28, 80, 91 y 143. 
  • En Premetro: la formación tipo tranvía que forma parte de la red de Subterráneos de Buenos Aires cuenta con el ramal General Savio que finaliza a unas cuadras. A modo preventivo: atraviesa zonas de villas miseria. 

Otros lugares donde hacer karting en Buenos Aires

  • Go Karts: es el otro circuito porteño, y también ofrece alquiler de karting. Abierto desde 2024, es una opción para correr en una pista más reducida, con grupos de máximo 4 personas, y en un estilo más callejero. Está ubicado en Rincón 1346, en el barrio de Constitución. 
  • Kartódromo de Ciudad Evita: a 20 kilómetros de la capital, en el partido de La Matanza, se encuentra este circuito donde brindan escuelas de formación y una experiencia de karting de entrenamiento para principiantes con jornada de 4 horas. 
  • Karting Pilar: más alejado de la Ciudad, a 40 minutos de distancia en ruta, se puede descubrir esta pista de 400 metros de ancho, con alquiler de karting para grandes y chicos (a partir de 8 años). 
  • Race Kart de General Rodríguez: el último de la lista es un parque de diversiones con varias actividades además del karting, entre las que se incluyen mini motos, cuatris, bowling o metegol humano. Ideal para un público más familiar. 

Si están buscando una experiencia distinta para escapar de la rutina porteña y divertirse con amigos, no duden en hacer karting en Buenos Aires. ¡Es un viaje de ida (y vueltas)!

 

Kartódromo de Buenos Aires
Avenida General Paz y Avenida Coronel RocaVilla Riachuelo
Abierto de jueves a domingos por la tarde

Juan Martin Harriague
Juan Martin Harriague
Comunicador social y periodista por naturaleza y elección. Fanático de River, la literatura y el cine. Hecho en Buenos Aires.
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