Los juegos de mesa son una oportunidad genial para pasar tiempo con familia, compañeros de departamento o pareja, sin involucrar pantallas. Les ofrecemos una selección con algunos más conocidos y otros nuevos, para todas las edades y gustos.
«Truco», el clásico argentino
Para un argentinx, este juego no requiere presentación. Pero queremos presentarle a nuestro público extranjero.
Es simple: solo se necesita un mazo de cartas españolas y mínimo dos jugadores. Acá pueden leer las instrucciones en detalle.
Una breve historia: el truco tiene su origen en Valencia durante la época colonial. Llegó a Sudamérica gracias a los inmigrantes europeos que, aburridos en los barcos, se pusieron a recortar cuarenta papeles y a numerarlos. Más tarde, se convirtió en el juego más popular de Argentina y se expandió a otros países, como Brasil y Chile.
«H.D.P», Un clásico contemporáneo
Ideal para amigos, mínimo con tres jugadores. Es la versión argentina de Cards Against Humanity.
La idea es simple: en cada ronda se tira una carta que tiene el inicio de una frase. Los jugadores eligen, de sus propios mazos, otra carta para completar la oración. Se leen todas en voz alta y se vota cuál es la más graciosa. Es un juego muy políticamente incorrecto así que es condición no ofenderse fácil.
«Dígalo con memes», para millennials y centennials
Es como el H.D.P pero con memes. La idea es la misma: en cada ronda se tira una carta-imagen en la que hay un meme. Los jugadores tienen, en sus mazos, cartas que describen situaciones. En cada ronda deben elegir una carta para acompañar el meme y el juez (que va cambiando) decide quién es el ganador.
De Tinkuy, juegos literarios
Tienen varios relacionados con la literatura y con contar historias. Está Invención de Haikus que se trata, como dice el nombre, de crear haikus: poemas clásicos japoneses de tres versos. También está Contame, para inventar historias entre muchos, Palabrerío, una especie de tutti frutti que se puede jugar de cinco maneras diferentes, y Ping Pong Literario, un juego que dispara conversaciones sobre libros.
«Cartas salvajes», rompiendo el hielo
Son preguntas agrupadas en tres categorías: conexión, percepción y reflexión. También hay cartas de “verdad/consecuencia” y otras que dicen “profundizá” en caso de que un jugador quiera que otro elabore más sobre un tema. Es ideal para conocerse y para juntadas entre amigos.
Dixit, para imaginar
Este es mi preferido. Se usan tarjetas con ilustraciones bellísimas y surrealistas. Hay varias maneras de jugar. La clásica: en cada ronda, un jugador mira su mazo de tarjetas y piensa en una palabra o frase inspirada en alguna de las ilustraciones. Después la dice en voz alta y todos los jugadores eligen una tarjeta de sus propios mazos que, para ellos, representa la frase. Se colocan las tarjetas en el centro (incluida la del jugador que pensó la frase). La idea es que el resto de los jugadores adivinen cuál es, para ellos, la tarjeta del jugador inicial.
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