La mezquita de Palermo, una maravilla arquitectónica y cultural

La mezquita de Palermo, la más grande de América Latina, funciona también como centro cultural para quienes deseen conocer la civilización árabe.


 

Descubrir Buenos Aires es mucho más que recorrer sus calles transitadas y sus barrios emblemáticos. También se trata de dejarse sorprender por tesoros arquitectónicos inesperados, como el centro cultural islámico «Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd», ubicado en el moderno barrio de Palermo.

Rápidamente, uno se puede dar cuenta de que este oasis espiritual es una encrucijada de culturas y un símbolo del compartir, en el que una arquitectura única se une a una misión humanitaria.

Historia

Inaugurada en el año 2000, su arquitectura única en esta parte del mundo y su centro cultural la convierten en un lugar atípico. Su construcción fue posible gracias a una donación del gobierno saudí en terrenos cedidos por el gobierno argentino.

A raíz de una ley promulgada en 1995 bajo el mandato del ex-presidente Carlos Saúl Menem Akil, de origen sirio y de familia musulmana, el gobierno le cedió a Arabia Saudita tres hectáreas y media de terreno, valoradas en unos 20 millones de dólares, para construir la mezquita más grande de Latinoamérica.

Arquitectura impresionante 

La singular arquitectura de la mezquita, diseñada por el arquitecto saudí Zuhair Fayez, no pasa desapercibida.

Con una escuela primaria y secundaria abierta a todos y salas de oración que pueden recibir hasta 1200 hombres y 400 mujeres, las alcobas y las paredes adornadas con mosaicos destilan una atmósfera de serenidad.

Entre estos muros, uno casi se siente en un país musulmán. Si entramos en la sala de oración principal (descalzos, obviamente), lo primero que se destaca es una suntuosa alfombra roja, y en el centro de la sala, si miramos hacia arriba, vemos una cúpula de cristal que deja pasar la luz en el gran salón.

La cúpula es característica de los edificios de los países árabes y musulmanes. A través de una de ellas se ve un minarete, que es una torre típicamente estrecha con galerías o balcones, que suele erguirse junto a la cúpula de la mezquita, desde cuya cúspide el almuédano llama a los musulmanes a la oración cinco veces por día.

Actividades culturales y educativas

Además de su función religiosa, la mezquita cumple una función de auténtico diálogo intercultural. Sirve de puente entre el Islam y la sociedad porteña. ¿Cómo lo hace? Ofreciendo actividades gratuitas y abiertas al público, que reflejan la diversidad de intereses y talentos de la comunidad.

Para los amantes del deporte, el CCIAR organiza con frecuencia partidos de fútbol y críquet reservados para los hombres. El espacio verde de la mezquita está a disposición de cualquiera que quiera ocuparlo para actividades deportivas y educativas.

El centro cultural también ofrece cursos gratuitos de lengua árabe para todos, presenciales o por Zoom.

Entre los eventos más destacados de este oasis cultural, la «Noche de Los Templos» atrajo a más de 5000 visitantes que acudieron a admirar la mezquita.

Y como la unidad supera las diferencias, un sábado por mes se organiza una reunión para conversos y sus familias. Con aperitivos como deliciosos dátiles saudíes, las conversaciones fluyen y los lazos se forjan.

El compromiso de la mezquita no termina ahí. El centro cultural busca voluntarios para enseñar español a la comunidad extranjera que no puede acceder a clases pagas. Esta iniciativa demuestra la voluntad de la mezquita de abrirse al mundo y contribuir activamente a la integración de todos… ¡musulmanes o no!

Cursos para mujeres

¿Soñás con aprender el arte del crochet? Cada dos meses se ofrecen cursos para principiantes y aficionados, dedicados al arte del amigurumi. El CCIAR también ofrece cursos de mosaico y de carpintería.

Las costureras de corazón también tienen su lugar con sesiones de costura y alta costura. Recientemente, las mujeres que participaron en este taller ayudaron a confeccionar mantas para los niños de la sala de pediatría de un hospital de Buenos Aires.

Y es el toque femenino lo que impulsa estos talleres, porque las voluntarias argentinas, inspiradas por su visita a la mezquita, son las almas generosas que están detrás de estas iniciativas.

Por cierto, la profesora de mosaico había ido a vacunarse y, durante su visita, quedó encantada por la belleza de la mezquita. Quedó tan conmovida por esta experiencia que decidió ofrecer sus clases gratuitamente.

Las actividades que se ofrecen rotan cada dos meses.

Los fines de semana, la mezquita también organiza una jornada especial para mujeres empresarias. Durante este evento, las mujeres tienen la oportunidad de exponer y promocionar sus productos sin venderlos, y como extra, hay talleres abiertos a todos.

Se hace todo lo posible para tender puentes entre los pueblos, en un espíritu de apertura y convivencia.

Cómo visitar la mezquita de Palermo

Si sienten curiosidad por conocer mejor la riqueza de la cultura saudí y les cautiva la caligrafía, las visitas son gratuitas y se realizan los martes, jueves y sábados a las 12h, con una duración aproximada de una hora.

Siempre hay que tener en cuenta una cosa: la mezquita es accesible a todos.

Aunque no hay código de vestimenta, se aconseja a mujeres y hombres vestir de forma sobria (evitar ir con brazos y piernas descubiertos), ¡como lo harían en cualquier otro espacio sagrado!

Mezquita de Palermo

Av. Intendente Bullrich 120 – Palermo
Tel: 4899-1144
Visitas los martes, jueves y sábados a las 12h


Una invitación a explorar y dejarse inspirar por los tesoros ocultos de Buenos Aires:

Maïssa Benali Cherif
Maïssa Benali Cherif
Je suis une Algérienne passionnée par la culture, ayant vécu à travers le monde. Mon parcours m'a permis de découvrir et d'apprécier la diversité culturelle qui enrichit ma vie chaque jour.
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