FUNCIONES TERMINADAS
Para ubicarnos un poco : Rodrigo García es un Argentino radicado hace más de veinte años en España donde realizo una importante carrera como dramaturgo y director desconocida en su país de origen. Sus trabajos son reconocidos en Europa y le valieron numerosos premios y reconocimientos.
Emilio García Wehbi es también un referente del teatro independiente porteño, tanto por sus obras, su participación constante que data de años, como por su taller de formación en puesta en escena que es algo así como una asignatura obligada para todo el que quiera dedicarse a la dirección de teatro.
Bueno, entonces…
Resulta que Emilio se propone realizar la puesta de tres obras de Rodrigo. Comienza con “Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta” (Obra que recomende anterioridad) ; continua con “Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo” y finalmente se espera para el 2013 el estreno de “Rey Lear”.
Luego de este brevísimo pantallazo fugaz para ponernos en situación e invitarlos a que por su cuenta averigüen más sobre estos interesantísimos personajes, me dedicaré a comentar acerca de la obra…
Si tuviese que encontrarle un paralelo poético diría que es “un cachetazo bien colocado”, de esos con los que uno se queda sorprendido por desconocer su motivo, uno de esos cachetazos fuertes que terminan en sangrado, un cachetazo que es tan certero que es más bien una paliza, una paliza que es como un diálogo, que nos ubica en una realidad que no queríamos ver, una tragedia, un acto íntimo, tête à tête, como el teatro, como el amor.
La obra nos cuenta la historia de una tarde en familia, de un padre violento que se angustia al sentirse vacío después de llegar de Carrefour y darse cuenta que compro un montón de cosas inútiles, cosas que no consumen, cosas que no les va, y por eso, para canalizar su frustración “caga a palos” a su esposa e hijo, los mete en el auto y se los lleva a pasear. Con la familia sangrante y “agradecida” se va al campo a observar las luciérnagas y luego a Mcdonalds a comer esas alitas de pollo que ni son alitas, ni son pollo ni son nada. En un abrupto arranque de lucidez pretende hacer justicia a tanto vacío, a tanta mentira, a tanta violencia que es su vida y esos restaurantes que son un monumento a la angustia.
La obra funciona como un espejo que nos devuelve lo peor de nosotros mismos, lo peor que tenemos como sociedad, como esa basura que abunda en las ciudades, en las calles y que, apilada en montañas exageradas con personas rompiéndolas y alimentándose de los desechos de otros, como si estuviésemos hablando de alimañas, de roedores y no de personas, nos recuerdan que algo de toda esta farsa no está bien y sin embargo está tan aceptado, tan interiorizado que en general pasamos caminando, vemos y pasamos a otra cosa.
Una obra violenta con un público que se ríe mucho porque está muy bien actuada y por momentos nos provoca eso, pero en el fondo es triste, es tremenda, es tragedia actual, pura, viva, dolorosa, tan trágica como pasar caminando por al lado de alguien que revuelve la basura para comer y pasar a otra cosa.
Agamenón, Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo en el Beckett Teatro
Guardia Vieja 3556 – Almagro
Reservas al 4867-5185
Entradas: AR$ 60 / AR$ 40
Sábado a las 22h30
Del 27 de abril al 27 de julio 2013